La ausencia de compañerismo en el entorno laboral puede afectar al rendimiento laboral de los trabajadores de las compañías. El individualismo y el hecho de anteponer el interés personal al colectivo, tienen sus consecuencias en el trabajo diario que se desarrolla en el centro de trabajo.

La falta de trabajo en equipo crea mal ambiente laboral y puede desembocar en la creación de situaciones en las que el clima que se respire sea desfavorable. Se pueden generar episodios conflictivos, corrillos, bandos o la dispersión del objetivo final marcado por el grupo.

Estas situaciones pueden llegar a frenar el rendimiento global de la plantilla, por el hecho de que la falta de comunicación e interés suelen provocar una desvinculación con la propia organización empresarial.

Para solucionar este tipo de problemas, se debería proceder a reconocer a la persona que fomenta estos comportamientos. Una vez se haya detectado, para poder retomar la dinámica habitual de trabajo es recomendable realizar reuniones periódicas para observar el comportamiento del equipo y comprobar si se ha vuelto a restablecer la unión entre los empleados.

Fuente: Unipresalud. 01 Octubre 2015